Con gran ilusión e inmenso gozo hemos celebrado la fiesta de la Virgen de la Merced.
Vivimos un día muy intenso, lleno de gestos y momentos de cariño y alegría junto a María, nuestra Madre Amorosa y protectora.
Iniciamos la jornada en la Capilla con un pequeño acto lleno de sentido y cariño, presentando simbólicamente nuestras huellas hacia la Virgen con el deseo de seguir dejando pisadas de Merced.
En la Eucaristía dimos gracias a Dios por dejarnos a una Madre que sólo hace darnos ternura y misericordia.
¡¡Para todos es María, para todos es su Amor!!
Todo el centro pudo disfrutar y brillar en un día lleno de luz en el que el Sol más radiante fue Ella, la Virgen de la Merced.
¡¡Ella es de todos y para todos!!