Ayer, celebramos Miércoles de Ceniza. Se comenzó con la lectura del Evangelio y una reflexión que nos hizo adentrarnos en este tiempo litúrgico de preparación hacia la Pascua de Resurrección.
Tiempo de penitencia, de oración y de acercarnos a Dios.
De forma simbólica quitamos las espinas a la Corona, que son nuestras faltas, nuestros tropiezos y caídas; y la llenamos de flores, DE AMOR A DIOS Y DE AMOR DE DIOS.
Nuestras compañeras de pastoral nos impusieron la ceniza, símbolo de arrepentimiento, humildad y renovación espiritual.