Tango, un precioso galgo, se une por un día al equipo como terapeuta asistido, dando cariño y apoyo a las mujeres de la fundación. Con su cariñosa y tranquila compañía favorece el bienestar emocional y la autoestima de las participantes. La conexión con los animales puede ser una poderosa herramienta terapéutica que ayuda además a la interacción social. Gracias a Miren por esta visita que nos hace una vez al mes, ¡te esperamos!