Estamos en Semana Santa, semana en la que celebramos el misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo.
Tras cuarenta días de preparación estamos listos para mirar a Jesús en la Cruz, se trata simplemente de acoger, de contemplar.
Dejemos que, poco a poco, esa plenitud del amor de Dios manifestado en la vida de Jesús y, sobre todo, en sus últimos momentos, vaya llegando a nuestro corazón. Y nos inunde de alegría y esperanza.
María, ayúdanos a estar junto a Cristo en estos días.
Deseamos a todos una fructuosa Semana Santa.