Los cristianos tenemos la bonita costumbre de poner un belén en cada casa para celebrar la Navidad, y en nuestro Centro no podía ser menos, y… ¡Se armó el Belén!
Entre todos con mucho cariño e implicación hemos montado nuestro Belén. Muy agradecidos por la gran participación de todos.
¡Qué bonito es detenerse delante del nacimiento y confiar al Señor las personas, las situaciones, las preocupaciones que llevamos dentro!
“El belén nos hace dirigir nuestra mirada a Dios, que es pobre en cosas, pero rico en amor”.