¡Santa María, todos tenemos sitio en tu corazón de Madre! De tu mano generosa, nos has querido regalar a todos tus hijos un Rosario; la mejor manera de acercarnos a ti.
¿Qué son el Ave María, sino alabanzas encendidas? Tú eres nuestra Madre y nos acompañas dándonos consuelo, ternura y alegría.
¡¡GRACIAS MADRE!!